En un curso dictado por el Dr. Julio Minaya en el último semestre del 2023 sobre el pensamiento filosófico dominicano, invitaba a reflexionar sobre la valoración de las mujeres filósofas dominicanas. Dentro de este contexto, parto de la hipótesis de que la sociedad dominicana se ha caracterizado por tener una perspectiva histórica machista, en cuyo centro, obviamente, se encuentra el “hombre”. Esta supremacía del hombre sobre la mujer, que ha sido planteada como una relación desigual en la ostentación del poder social, ha sido nombrada “patriarcado”. Como búsqueda de un equilibrio, ha surgido el “feminismo”, orientado a la creación de conciencia y condiciones que posibiliten la igualdad de género. Tal como lo señaló la profesora Lusitania Martínez en su conferencia sobre el ser-para-otro, de noviembre del 2023, “se asocia a la mujer con la naturaleza (sobre todo a un rol de madre),…, mientras que al hombre se le asocia con la razón (como sujeto conocedor por excelencia)”. A pesar de
En la sociedad actual vivimos inmersos en una gran cantidad de estímulos e informaciones que hacen parecer que la reflexión pausada y profunda ha sido extirpada de los espacios de interacción social. En este contexto, el filósofo dominicano, Alejandro Arvelo, reflexiona sobre la importancia de buscar el silencio en medio del bullicio que caracteriza los tiempos actuales. El filósofo plantea que el silencio constituye un requisito indispensable para, primero, acceder al ejercicio de la razón que nos define como seres humanos y, en segundo lugar, para conocernos a nosotros; esto último como requisito para el filosofar. Para hacer uso correcto de la razón, una de las facultades –si no la principal facultad– que define al ser humano, se necesita del silencio. Esto así, por el hecho de que el exceso de distractores que abundan en espacios donde el silencio es nulo, hacen difícil la concentración necesaria que se requiere para arribar a juicios analíticos o sintéticos correctos. Podemos co