Uno de los conceptos más utilizados para abordar las
empresas es el de estrategia. Para ampliar el entendimiento de este concepto en
lo que respecta a los negocios, los académicos han propuesto múltiples términos
tales como posicionamiento estratégico, planificación estratégica y ventaja
competitiva.
Cuando se emplea el concepto de estrategia suele referir a
la empresa como una unidad que debe entenderse dentro de un entorno más amplio
que la contiene. Este entorno suele llamarse mercado cuando se aborda desde las
transacciones económicas y su relación con la competencia, las regulaciones,
los clientes, entre otros factores con los que tiene que lidiar la empresa.
La empresa se puede concebir como una unidad que tiene que
habérselas con su entorno y, siguiendo el objetivo fundamental de cualquier
empresa, debe procurar por los medios que dispone, sobrevirar y, además,
generar ganancias. En este contexto el concepto de estrategia competitiva se
corresponde con el marco que debe direccionar a la empresa en su accionar para
responder al ambiente y buscar convertirlo en favorable para generar ganancias
y sobrevivir en el tiempo.
Podemos sostener que el objetivo que persigue la estrategia
competitiva es colocar a la empresa objetivo en una posición de ventaja en
relación a su competencia. Esa posición de ventaja significará que la empresa que
habrá evaluado los recursos que dispone, comprendido las dificultades y
ventajas que presenta su entorno competitivo y proyectado la evolución del
mercado para obtener provecho del mercado de forma consiente, consistente y
sostenible en el tiempo.
Es decir, la estrategia competitividad refiere a
lineamientos generales de acción que define una organización para explotar sus
posibilidades internas y aprovecer los factores no controlables que le impone
su entorno a fin de obtener una posición de ventaja en reacción a su
competencia.
Este concepto, estrategia competitiva, propicia la
comprensión del panorama competitivo en el que se desenvuelven las empresas,
tanto a nivel local como internacional, la criticidad del proceso de tomas de
decisiones en el largo plazo (para la supervivencia y mantenimiento de la
rentabilidad del negocio), y el impacto de las empresas en la económica de las
naciones. Sin embargo, se precisa la comprensión de otros conceptos para advertir
las relaciones, mecanismos e implicaciones del entorno competitivo, conceptos
como industria, cadena de valor, ventaja competitiva, ecosistema de innovación
y otros.
En las próximas entregas trabajaremos estos conceptos, su
relación con los procesos internos de las empresas, incidencia de las políticas
públicas y su vinculación con el comercio internacional a fin ampliar el
entendimiento del panorama competitivo empresarial.
Fuente: Litteranova
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